sabato, settembre 22, 2007

un mundo sin el che no es posible




Al Che lo llegué a ver, pero nunca hablé. Hay una anécdota de alguien que estuvo cerca de él -y a la vez muy cerca mío- que es de cuando estuvo en la Sierra Maestra. La tropita que tenía Guevara se topa con una escuadra, hay un pequeño combate y queda herido un guerrillero. El Che, para ese entonces, ya era muy conocido entre los guardias. Al ver al caído, el Che soltó el arma, se paró de cuerpo entero, fue hasta donde estaba el herido, se lo cargó encima, le dio la espalda a los guardias y se lo llevó. Y uno de los guardias le dice a su compañero: "¡Coño, tírale que es el Che!" Y el otro no le pudo tirar, porque esa hombría, esa presencia de un tipo que es capaz de dar la vida por rescatar un herido...era tan fuerte la grandeza del comandante Che Guevara, que los guardias se rindieron. El mundo sin el Che no es posible, un mundo de bien sin el Che, no es posible... Vicente Feliu en Argentina, septiembre 2007