domenica, aprile 09, 2006

YO LA DE ENTONCES, AHORA o cuando Eurídice tienta a Orfeo


la tentación

golpea tan feroz dentro como la zarpa
de un yaguareté

entonces con ese regusto a sangre e intemperie

miro hacia atrás
al Otro Reino
donde todo “diventa un’ altra cosa”
(nada expresa en español tan bien la idea)

a mis espaldas todo cambia se transforma


el paisaje se mueve

su permanencia es efímera
aparece/desaparece

equilibrio en desequilibrio
(alguien hoy deberá mojarse los pies)


¿Sienten chillar a los monos ?



un espacio fantasmal

con su carga de verdes mas verdes alimañas

como esas extrañas islas de los esteros
del Iberá

que ahora están ahora no están



-un mundo flotante
como el del artista de Ishiguro-



todo perpetuamente en cambio
mutante oloroso
a raíces y orquídeas en medio del humus

rotando


puedo leerme/lamerme a mí misma
en la luz

del crepúsculo
que entra anaranjada
rabiosa

llorar
por la pobre tipa que escribió
esa necia carta a un necio


tan lejos en el tiempo de la que soy


compadecerme (en el sentido de padecer con)

por aquella mina de la que no conservo casi nada

salvo los libros
la música
las piedras semipreciosas
cierta forma de cocinar las hierbas
que siembro recolecto
respetando las estaciones que transcurro/en

o algunos secretos que la vieja geisha me pasara
-cómo depilarme para tener la piel mas tersa
-cuándo usar medias de seda o transparencias
- trazos de Kohol sobre la redondez del párpado
-formas de poner sobre la mesa un mantel de coco
-o de asaltar sus bolsillos mientras el que se cree mi amo
duerme


La arrogante intelectual que vivía en casa con jardín y niños y perros
es una silueta desquiciada que sólo a veces
con luna clara

se alcanza a adivinar pasando tras los árboles puertas.

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