
En 1770 un proyecto de ley en el parlamento británico estipulaba que "Toda mujer, sean cuales fueren su edad, profesión, grado, señorita, esposa o viuda, que a partir de la fecha atraiga, seduzca y lleve engañosamente a su hogar a un sujeto británico utilizando perfumes, maquillaje u otras lociones cosméticas, con dentadura postiza, con peluca de lana española, con corset metálico, zapatos de taco o con rellenos postizos, estará expuesta a las penas previstas por la ley contra la brujería y otros delitos semejantes, y el matrimonio incriminado será declarado nulo y no celebrado". El mismo terror al perfume como instrumento casi demoníaco de seducción lleva al Parlamento de Pennsylvania a adoptar esa ley poco tiempo después.
fuente:David Le Breton, El sabor del mundo, ed Nueva Visión
Nessun commento:
Posta un commento